A los pedales.
Colócate como si fueras a hacer abdominales: túmbate boca arriba, con la espalda lo más pegada al suelo posible, los codos lo más abiertos que puedas.
A continuación, coloca las piernas flexionadas, formando un ángulo recto, la famosa posición de escuadra.
Mantén la planta de los pies recta para ejercer una mayor tensión y recuerda mantener la mirada en un punto fijo del techo.
Ahora toca lo más divertido: ¡a pedalear!
Formoline – Perdé esos kilos demás y que no vuelvan nunca más.